¿Gobernar
o Ejercer el Poder?
Roal
Néstor PICCO – 30 de octubre de 2012 – Especial para El Norte en Movimiento y Blog de noticias PAMPA NORTE
Existen varias y distintas maneras de conducir el destino
de un país, provincia o municipio.
La forma de gobernar o conducir los destinos de la gente
que compone un conglomerado poblacional -léase nación- pasa por el sistema de
gobierno que se haya elegido en su constitución nacional o provincial; en
Argentina hemos optado por una democracia representativa, republicana federal.
Lo que pretende el pueblo representado es: comida, salud,
educación, vivienda digna, seguridad, orden, justicia, igualdad, respeto,
libertad, transparencia, tolerancia y en eso debe cuestionarse si fue o es
efectiva una acción de gobierno.
En Argentina se
fue deformando el espíritu de la letra que los constitucionalistas plasmaron en
La Carta Magna;
sobre todo a lo referente al modelo eleccionario democrático desde el mismo
momento que fuimos cambiando la permanencia del gobernante dándole la
oportunidad de reeligirse más allá de lo adecuado y conveniente
Conozco personas que piensan que para un intendente o un
gobernador no es conveniente que permanezca en su mandato más allá de dos
períodos y ven bien una reforma para evitar la reelección más allá de ese
lapso; o que está bien reformar la permanencia presidencial y de gobernador y
que un intendente no pueda hacerlo por más de dos períodos y otros que piensan
que el presidente y los gobernadores no puedan permanecer más de dos períodos
pero que los intendentes sí.
En esto hay una disparidad y dispersión de criterios que
sorprende. Si está mal que un ejecutivo de cualquier estamento de gobierno se
eternice en el poder está mal para todo el espectro; valga también para
senadores, diputados, legisladores y concejales.
Hay un viejo refrán que dice que “Escoba nueva bien
barre” y nada más acertado para figurar la función de todo tipo de dirigencia;
vale también para sindicatos, cooperadoras, clubes, federaciones deportivas,
cooperativas y todo tipo de organización social.
La alternancia de personas, grupos, equipos, partidos,
etc. en la conducción da la posibilidad de exigir al nuevo recambio una mejor
gestión que la o las anteriores; y cuando el gobernante fue exitoso dentro de
su oportunidad de gobernar, después de pasado un período reglamentado en La
Constitución, puede intentar
nuevamente presentarse a elecciones; y si la gente lo quiere, en una de esas...
¿quién dice? puede llegar otra vez al poder.
Claro que en la alternancia se da la posibilidad de una
situación pendular donde se pase de un modelo populista a uno más conservador o
viceversa o elegir un candidato que quiera continuar el proceso. La mayoría
sabrá optar; pensar lo contrario es creer que la gente es estúpida y no sabe
elegir lo conveniente. El Pueblo debe tener el derecho de poder refrendar o
impugnar la gestión.
Cuando me refiero a populismo no es lo que ciertos
sectores piensan del sistema o modelo, piensan del Populismo en forma
despectiva, quieren hacerte creer que el asistencialismo, clientelismo político
o demagogia es populismo.
Populismo expresa, ni más ni menos, el significado que le
da la Real Academia
Española que confiere como acepción para Populismo: “Doctrina o tendencia
política que se dice defensora de los intereses populares”. Ahora hay que ver,
de que manera se ejerce; eso es lo que
se debe debatir.
Se dan dos situaciones en la
Democracia con la intención
de llegar al poder; una: la de trabajar al servicio de la gente y la Patria; y otra es acceder a él con una ambiciosa pretensión
prebendaria.
Intentar a llegar al poder por otro período por medio de
otra o más reelecciones tiene dos motivos: 1- Querer profundizar una buena
gestión incompleta por falta de tiempo, o... 2- Pretender seguir gozando de
ciertos provechos. Pero de cualquier manera, en definitiva, en una democracia
auténtica, es el Pueblo por medio de un plebiscito quien debiera determinar una
reforma a una ley tan importante para el destino de La
República.
Cuando una gestión incompleta se quiere profundizar –si
fue un equipo quien gobernó- se puede lograr haciendo un recambio de
referentes.
Lo que no debemos hacer es ser hipócritas como para
querer limitar la pretensión a reformar la Constitución para la re-reelección para presidente de La Nación y dejamos que los gobernadores e intendentes puedan
re-reelegirse. Hay gobernadores e intendentes que llevan 20 años –o más- en el
poder ininterrumpidamente. Modestamente, y es mi opinión personal, creo que
nadie debe tener la posibilidad de eternizarse en el cargo atornillándose al
sillón.
Por cuanto, repito: “cuando el gobernante fue exitoso
dentro de su oportunidad de gobernar, después de pasado un período reglamentado
en La Constitución, puede intentar nuevamente presentarse a elecciones; y si
la gente lo quiere, en una de esas... ¿quién dice? puede llegar otra vez al
poder.”
No seamos Bolivarianos para unas cosas “sí” y para otras
“no”.
“Nada es tan peligroso como dejar
permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el Poder. El pueblo se
acostumbra a obedecerle y él a mandarlo, de donde se originan la usurpación y
la tiranía ”. (Simón Bolívar, en el Congreso de Angostura - 1819.-)
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