JUEVES 13 DE DICIEMBRE DE 2012
NACIONALES
1828
Por orden de Juan Lavalle, es fusilado en Navarro (provincia de Buenos Aires) el militar y gobernador de la provincia de Buenos Aires Manuel Dorrego. Nació en Buenos Aires el 11 de junio de 1787.
Por orden de Juan Lavalle, es fusilado en Navarro (provincia de Buenos Aires) el militar y gobernador de la provincia de Buenos Aires Manuel Dorrego. Nació en Buenos Aires el 11 de junio de 1787.
1907
Se descubre petróleo en Comodoro Rivadavia (Chubut) en forma casual, al perforar en busca de agua potable.
En 1983
el presidente argentino Raúl Alfonsín anuncia públicamente el decreto por el que se dispone el procesamiento de los miembros de las tres primeras juntas militares que gobernaron Argentina desde 1976.
En La Pampa, nuestra efemérides:
De 1974
Asesinan a Tomás Francisco Carricaburu .
Era hijo de una familia reconocida en La Pampa y San Luis. Estudió su primaria y su secundaria en Santa Rosa y se marchó a Bahía Blanca en los 60 para estudiar Economía. Un homenaje que se va a realizar en esa ciudad descubrió su pertenencia pampeana. Fue acribillado por la espalda en diciembre de 1974 a los 30 años.
En estos últimos años la lucha por la justicia, la verdad y la memoria en torno a los crímenes de lesa humanidad en nuestro país han tenido un desarrollo de magnitudes insospechadas, que se observa no sólo en los espacios que recuerdan esos hechos y a sus víctimas, sino también en la condena a quienes fueron sus ejecutores. Esa “explosión” de la memoria no sólo ha reivindicado a quienes fueron víctimas del Terrorismo de Estado desde su militancia social y política, sino que también ha llevado a debatir las consecuencias de la violencia política en la Argentina de los 60 y los 70.
Es parte de una memoria que está en constante construcción, y que siempre está incompleta. Por eso cada vez que aparece un nuevo dato para rellenar los huecos que dejaron los “años de plomo” en el país, sorprende que no se tenga conocimiento de esa circunstancia. Eso da cuenta de las secuelas que tuvieron en el presente el manto de olvido y horror tendido sobre lo ocurrido durante la dictadura militar.
El 25 de noviembre de 2011, la comisión de familiares de víctimas del Terrorismo de Estado en Bahía Blanca, que también siguen el juicio a los ex oficiales del Ejército que están siendo juzgados por el Tribunal Oral Federal de esa ciudad, hará un homenaje a los desaparecidos del Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur.
Entre los nombres, figuraba Tomás Horacio Francisco Carricaburu, del que apenas se conocían algunas datos. Hasta que en su legajo resaltó que al momento de su “desaparición”, tenía su domicilio en Santa Rosa, La Pampa. Exactamente, en la avenida San Martín al 300. En las listas de víctimas en la ciudad portuaria, apenas figura con un “se va de Bahía y lo matan en Buenos Aires”. Sin embargo, ahora se sabe que es el número 52 en la lista de pampeanos víctimas del Terrorismo de Estado.
Vida pampeana.
Los Carricaburu están estrechamente ligados a La Pampa y a San Luis. Era un apellido reconocido. Tomás Horacio Francisco “Pancho” Carricaburu nació en Buenos Aires en 1944, pero su familia se trasladó poco después a Santa Rosa. Su padre había nacido en General Pico y se fue a estudiar a Buenos Aires, donde se casó. Apenas nacido su hijo Tomás, regresó a Santa Rosa.
Otro de sus hijos fue Carlos, nacido en Santa Rosa en 1954, y que actualmente vive en Francia. Carlos contó la historia de su hermano, hasta hoy no conocida.
“Mi hermano hizo toda la escuela primaria y la secundaria en Santa Rosa. Creo que fue a la escuela de varones, y en secundario lo hizo en el Nacional. Vivíamos en el centro”, afirmó durante una entrevista telefónica con el autor. Su padre era gerente general de la Caja de Previsión Social.
A comienzos de los años 60, Tomás fue a estudiar a Bahía Blanca. Ingresó al Departamento de Economía de la UNS, y comenzó a militar en la izquierda. A causa de su participación política, “en una oportunidad estuvo en prisión y en su caso intervino el abogado (socialista Pablo) Lejarraga que logró que lo liberaran”, recordó Carlos.
Poco se conoce de la vida de Tomás Carricaburu. Carlos comentó que se casó y tuvo dos hijos, un varón y una mujer, que hoy viven en Francia.
“El militaba en el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores). Y lo mataron en diciembre de 1974 en la plaza San Martín de Capital Federal. Tomás recibió varios disparos cuando estaba de espaldas. El estaba desarmado, y según lo que parece por cómo fueron los disparos, quería escapar”, recordó su hermano. Tenía entonces 30 años.
El autor fue un agente de la Policía Federal. “Uno de los balazos ingresó derecho por la espalda y otros dos de manera diagonal, por lo que nos explicaron que los recibió cuando estaba ya tirado en el suelo”, explicó.
Pocos días después, los restos de Tomás fueron entregados a su familia en la comisaría de la zona de Retiro. “La policía que nos entregó su cuerpo afirmó que se dio vuelta y estaba armado. Pero testigos indican que fue ejecutado”, afirmó Carlos.
Para precisar la fecha de esos hechos, el periodista Andrew Graham-Yooll en su libro “De Perón a Videla” indica en el sumario de lo ocurrido el día 13 de diciembre de 1974 que “son muertos David Armando Laniado, y un tal ‘Ramón’ Francisco Carricabure (sic)”.
Sus restos fueron trasladados a San Luis y yacen en Trapiche, de donde es la familia Carricaburu. Sus padres luego de vivir en Santa Rosa se trasladaron durante un año a General Pico y finalmente se radicaron en San Luis.
El recuerdo de “Pancho”
Tomás Carricaburu fue reconocido, por ser hijo de una familia sanluiseña, como víctima oriunda de esa provincia por la Comisión de Derechos Humanos del Gobierno de San Luis. Y además recordado con su nombre en un pasaje en Villa Mercedes en el año 2002.
Por su parte, Julio Fernández en un homenaje a las víctimas de delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca, afirmó que entre ellas se debe mencionar “al querido Pancho Carricaburu, inteligentísimo, camarada del alma, padre político de tantos de nosotros, generoso como el que más, hasta en las cosas más prendidas de cada uno, muerto, asesinado por un subcomisario en la Plaza San Martín de Buenos Aires y acusado, tan burdamente, como lo fuera por los grandes medios, de ¡intentar robarle la cartera a una viejita!”
(http://www.laarena.com.ar/la_ciudad-nueva_victima_pampeana_del_terrorismo_de_estado-67640-115.html)
En estos últimos años la lucha por la justicia, la verdad y la memoria en torno a los crímenes de lesa humanidad en nuestro país han tenido un desarrollo de magnitudes insospechadas, que se observa no sólo en los espacios que recuerdan esos hechos y a sus víctimas, sino también en la condena a quienes fueron sus ejecutores. Esa “explosión” de la memoria no sólo ha reivindicado a quienes fueron víctimas del Terrorismo de Estado desde su militancia social y política, sino que también ha llevado a debatir las consecuencias de la violencia política en la Argentina de los 60 y los 70.
Es parte de una memoria que está en constante construcción, y que siempre está incompleta. Por eso cada vez que aparece un nuevo dato para rellenar los huecos que dejaron los “años de plomo” en el país, sorprende que no se tenga conocimiento de esa circunstancia. Eso da cuenta de las secuelas que tuvieron en el presente el manto de olvido y horror tendido sobre lo ocurrido durante la dictadura militar.
El 25 de noviembre de 2011, la comisión de familiares de víctimas del Terrorismo de Estado en Bahía Blanca, que también siguen el juicio a los ex oficiales del Ejército que están siendo juzgados por el Tribunal Oral Federal de esa ciudad, hará un homenaje a los desaparecidos del Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur.
Entre los nombres, figuraba Tomás Horacio Francisco Carricaburu, del que apenas se conocían algunas datos. Hasta que en su legajo resaltó que al momento de su “desaparición”, tenía su domicilio en Santa Rosa, La Pampa. Exactamente, en la avenida San Martín al 300. En las listas de víctimas en la ciudad portuaria, apenas figura con un “se va de Bahía y lo matan en Buenos Aires”. Sin embargo, ahora se sabe que es el número 52 en la lista de pampeanos víctimas del Terrorismo de Estado.
Vida pampeana.
Los Carricaburu están estrechamente ligados a La Pampa y a San Luis. Era un apellido reconocido. Tomás Horacio Francisco “Pancho” Carricaburu nació en Buenos Aires en 1944, pero su familia se trasladó poco después a Santa Rosa. Su padre había nacido en General Pico y se fue a estudiar a Buenos Aires, donde se casó. Apenas nacido su hijo Tomás, regresó a Santa Rosa.
Otro de sus hijos fue Carlos, nacido en Santa Rosa en 1954, y que actualmente vive en Francia. Carlos contó la historia de su hermano, hasta hoy no conocida.
“Mi hermano hizo toda la escuela primaria y la secundaria en Santa Rosa. Creo que fue a la escuela de varones, y en secundario lo hizo en el Nacional. Vivíamos en el centro”, afirmó durante una entrevista telefónica con el autor. Su padre era gerente general de la Caja de Previsión Social.
A comienzos de los años 60, Tomás fue a estudiar a Bahía Blanca. Ingresó al Departamento de Economía de la UNS, y comenzó a militar en la izquierda. A causa de su participación política, “en una oportunidad estuvo en prisión y en su caso intervino el abogado (socialista Pablo) Lejarraga que logró que lo liberaran”, recordó Carlos.
Poco se conoce de la vida de Tomás Carricaburu. Carlos comentó que se casó y tuvo dos hijos, un varón y una mujer, que hoy viven en Francia.
“El militaba en el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores). Y lo mataron en diciembre de 1974 en la plaza San Martín de Capital Federal. Tomás recibió varios disparos cuando estaba de espaldas. El estaba desarmado, y según lo que parece por cómo fueron los disparos, quería escapar”, recordó su hermano. Tenía entonces 30 años.
El autor fue un agente de la Policía Federal. “Uno de los balazos ingresó derecho por la espalda y otros dos de manera diagonal, por lo que nos explicaron que los recibió cuando estaba ya tirado en el suelo”, explicó.
Pocos días después, los restos de Tomás fueron entregados a su familia en la comisaría de la zona de Retiro. “La policía que nos entregó su cuerpo afirmó que se dio vuelta y estaba armado. Pero testigos indican que fue ejecutado”, afirmó Carlos.
Para precisar la fecha de esos hechos, el periodista Andrew Graham-Yooll en su libro “De Perón a Videla” indica en el sumario de lo ocurrido el día 13 de diciembre de 1974 que “son muertos David Armando Laniado, y un tal ‘Ramón’ Francisco Carricabure (sic)”.
Sus restos fueron trasladados a San Luis y yacen en Trapiche, de donde es la familia Carricaburu. Sus padres luego de vivir en Santa Rosa se trasladaron durante un año a General Pico y finalmente se radicaron en San Luis.
El recuerdo de “Pancho”
Tomás Carricaburu fue reconocido, por ser hijo de una familia sanluiseña, como víctima oriunda de esa provincia por la Comisión de Derechos Humanos del Gobierno de San Luis. Y además recordado con su nombre en un pasaje en Villa Mercedes en el año 2002.
Por su parte, Julio Fernández en un homenaje a las víctimas de delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca, afirmó que entre ellas se debe mencionar “al querido Pancho Carricaburu, inteligentísimo, camarada del alma, padre político de tantos de nosotros, generoso como el que más, hasta en las cosas más prendidas de cada uno, muerto, asesinado por un subcomisario en la Plaza San Martín de Buenos Aires y acusado, tan burdamente, como lo fuera por los grandes medios, de ¡intentar robarle la cartera a una viejita!”
(http://www.laarena.com.ar/la_ciudad-nueva_victima_pampeana_del_terrorismo_de_estado-67640-115.html)
De 2011
Fernando Sánchez encabezó el equipo argentino en el Mundial de Gimnasia
El entrenador pampeano Fernando “Pepe” Sánchez encabezó la delegación de la Argentina que participó recientemente en la Copa del Mundo de Gimnasia, para damas y caballeros, que se disputó en Ostrava, República Checa.
El certamen contó con la presencia de 400 gimnastas, provenientes de 20 países. Polonia y Japón, en damas, y Rusia y Grecia, en caballeros, fueron los países que más se destacaron en este torneo.
Sánchez, que fue designado por la Confederación Argentina de Gimnasia para ocupar el cargo de cabeza de delegación, quedó sorprendido por el buen nivel que exhibió el equipo argentino, integrado por Juan Lompizano, Nicolás Córdoba y Federico Molinari.
Tras acceder a las finales, Lompizano ocupó el sexto puesto en salto, Córdoba terminó quinto en barra fija y Molinari clasificó quinto en anillas. “A la final accedieron los mejores ocho de cada especialidad. Nuestros gimnastas no solamente que pasaron a esa instancia, sino que además dieron pelea hasta lo último. Córdoba, por ejemplo, no se quedó con la medalla de oro por un error”.
“Fue una experiencia inolvidable haber concurrido a la Copa del Mundo, y lo importante es que me vine con la sensación de que la Argentina va por buen camino, y que dentro de unos años podemos ilusionarnos con ganar una medalla en los Juegos Olímpicos”, indicó Sánchez.
Sánchez manifestó que la Argentina fue el único país latinoamericano que viajó a Ostrava, “por la sencilla razón de que en esa ciudad se realizó la Copa del Mundo más difícil de la temporada. “Esta fue la explicación que me dio la presidente de la Federación Panamericana de Gimnasia cuando le pregunté por qué no habían asistido otros países de Latinoamérica”.
Si bien en más de una oportunidad Sánchez debió pedir ayuda para poder hacerse entender en Ostrava, el entrenador pampeano aseguró que haber asistido a la Copa del Mundo como jefe de delegación le aportó experiencia en el aspecto dirigencial. “Desde que llegamos fui el encargado de hacer todos los trámites para competir nada menos que en una Copa del Mundo. Tuve que aprender todos los pasos reglamentarios y asistir a las reuniones, en las que dieron las pautas que teníamos que seguir cada equipo”.
-¿Qué fue lo que más te sorprendió del torneo?
-Me sorprendió de sobremanera el nivel de los gimnastas argentinos, que no está tan lejos con respecto a las potencias mundiales en esta disciplina. También me llamó la atención de qué manera la tecnología se utilizó para el certamen. Por ejemplo, grandes pantallas de led daban a conocer el puntaje que iba obteniendo cada gimnasta, y el torneo se televisó en directo.
-¿En qué debería trabajar la Argentina para dar el paso que le falta?
-Hay que tener un poco más de apoyo para poder dotar a los gimnasios de los aparatos necesarios para entrenar al igual que un país desarrollado. Una buena tarea que actualmente está haciendo el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo).(wwwlaarena.com.ar).
El certamen contó con la presencia de 400 gimnastas, provenientes de 20 países. Polonia y Japón, en damas, y Rusia y Grecia, en caballeros, fueron los países que más se destacaron en este torneo.
Sánchez, que fue designado por la Confederación Argentina de Gimnasia para ocupar el cargo de cabeza de delegación, quedó sorprendido por el buen nivel que exhibió el equipo argentino, integrado por Juan Lompizano, Nicolás Córdoba y Federico Molinari.
Tras acceder a las finales, Lompizano ocupó el sexto puesto en salto, Córdoba terminó quinto en barra fija y Molinari clasificó quinto en anillas. “A la final accedieron los mejores ocho de cada especialidad. Nuestros gimnastas no solamente que pasaron a esa instancia, sino que además dieron pelea hasta lo último. Córdoba, por ejemplo, no se quedó con la medalla de oro por un error”.
“Fue una experiencia inolvidable haber concurrido a la Copa del Mundo, y lo importante es que me vine con la sensación de que la Argentina va por buen camino, y que dentro de unos años podemos ilusionarnos con ganar una medalla en los Juegos Olímpicos”, indicó Sánchez.
Sánchez manifestó que la Argentina fue el único país latinoamericano que viajó a Ostrava, “por la sencilla razón de que en esa ciudad se realizó la Copa del Mundo más difícil de la temporada. “Esta fue la explicación que me dio la presidente de la Federación Panamericana de Gimnasia cuando le pregunté por qué no habían asistido otros países de Latinoamérica”.
Si bien en más de una oportunidad Sánchez debió pedir ayuda para poder hacerse entender en Ostrava, el entrenador pampeano aseguró que haber asistido a la Copa del Mundo como jefe de delegación le aportó experiencia en el aspecto dirigencial. “Desde que llegamos fui el encargado de hacer todos los trámites para competir nada menos que en una Copa del Mundo. Tuve que aprender todos los pasos reglamentarios y asistir a las reuniones, en las que dieron las pautas que teníamos que seguir cada equipo”.
-¿Qué fue lo que más te sorprendió del torneo?
-Me sorprendió de sobremanera el nivel de los gimnastas argentinos, que no está tan lejos con respecto a las potencias mundiales en esta disciplina. También me llamó la atención de qué manera la tecnología se utilizó para el certamen. Por ejemplo, grandes pantallas de led daban a conocer el puntaje que iba obteniendo cada gimnasta, y el torneo se televisó en directo.
-¿En qué debería trabajar la Argentina para dar el paso que le falta?
-Hay que tener un poco más de apoyo para poder dotar a los gimnasios de los aparatos necesarios para entrenar al igual que un país desarrollado. Una buena tarea que actualmente está haciendo el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo).(wwwlaarena.com.ar).
De 2010
El avión coloreado
El grupo El Farolitohizo este fin de semana, al cumplir sus 10 años, una intervención de un monumento característico de la ciudad de Santa Rosa: la rotonda del Avión, en el cruce de las avenidas Santiago Marzo y Spinetto. Con esta intervención en el avión, dijeron los muralistas, se recrea el clásico Yellow Submarine de The Beatles, un icono de la alegría y el pacífismo, que en su momento cumplió la función de alejar la guerra del imaginario colectivo. Este avión es un Gloster. Similares aviones participaron del bombardeo de la Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955, en el fracasado intento de Golpe de Estado contra Juan Domingo Perón. Murieron 300 personas.(www.diariotextual.com.ar).
DIA DE LAS ESTACIONES DE SERVICIO
DIA DEL ÓPTICO
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