CULTURA
REFLEXIONES DEL PADRE GONZALO ZERVINO
En medio de la sociedad de la injusticia que el hombre ha construído, este se encuentra con un desafío existencial: ser persona libre o ser prisionero de la telaraña consumista. Es necesario entonces que se detenga a determinar el lugar exacto que quiere ocupar para no caer en las tentaciones que terminan bloqueando su mente y haciéndole perder el rumbo de su vocación en la vida.
Este hombre cada día se va convirtiendo en un ser insatisfecho, que ha experimentado todo materialmente, pero no ha podido "comprar" la verdad, la belleza, el bien, valores que le facilitan la salida del laberinto en que se encuentra. El temor y la náusea se han apoderado de él. Creado a imagen y semejanza de Dios, ha caído en el error de subestimar la búsqueda de su realidad humana para hallar las respuestas a los grandes interrogantes: ¿qué es la vida? ¿quién soy? ¿cuál es mi destino? . Mientras se interrogue podrá hacer su discernimiento y encontrar su realidad para llevar a cabo el proyecto de su propia realización. De lo contrario nunca dejará de ser "objeto" dependiente del mercado que él mismo construyó y cada vez se le volverá más difícil volver a ser "sujeto", persona libre en sus decisiones. Si quiere liberarse de la telaraña consumista deberá recuperar la fe religiosa y los valores humanistas que la conforman. Conocer y asumir la realidad en que encuentra es un comienzo de cambio, un paso decisivo para vivir en paz consigo mismo y reconciliado con el universo humano que prefirió la libertad de los hijos de Dios a las distintas formas de dependencia del mercado.
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Horacio Mana o bien
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