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sábado, 23 de marzo de 2013

PROFESIONAL NATIVA DE BANDERALO
LOCALIDADES

Maricel Mangas, huellas y recuerdos de una vocación

Es Lic. en Psicopedagogía y durante años se desempeñó como profesora y Directora del Nivel Superior en IMI. Actualmente en el Colegio Nuevo Surco, de América, habló con Actualidad sobre su experiencia educativa, su infancia y sus proyectos.
Germinar espacios de aprendizaje. Ese podría ser, tal vez, uno de los desafíos que emprendió Maricel. Con su calidez, simpatía y, sobre todo, amplia formación, esta psicopedagoga criada en Banderaló supo escuchar el llamado de la vocación desde su infancia. En diálogo con Actualidad desanda el camino y recuerda sus elecciones y vivencias educativas. Huellas del ayer que hablan (y representan) lo que es hoy.
¿Cómo descubriste tu vocación?
Creo que nací educadora (Risas) desde chica jugaba a ser alumna, maestra y directora y a veces hasta todo a la vez. La pasión por aprender y por enseñar está en mí desde siempre. Es por eso que no sé si fui quien descubrí mi vocación o fue la vocación que me descubrió y me atrapó a mí (Risas). Comunicar, escribir, hablar improvisando micrófonos, son escenas de mi infancia que están tan presentes en mi memoria como jugar a la casita en el patio de mi casa.
¿Te acordás qué personas, situaciones o vivencias marcaron el camino que luego elegirías?
Mis padres, quienes valoraron desde siempre la formación, el estudio, el esfuerzo para alcanzar aquello que deseamos. Mis hermanos Gustavo y Ana, quienes me mostraron siempre el disfrute por el aprendizaje, el esfuerzo en el camino y la alegría de llegar a la meta. Ellos son profesionales y viven su profesión como un servicio a los demás y al mundo. Todos ellos me enseñaron con sus palabras y sus acciones, a hacer lo que se ama y amar lo que se hace. Ana especialmente, es una educadora nata. Creo que también todos los docentes de mi vida, desde el Jardín de Infantes y la Escuela Primaria en Banderaló como los profesores en el Secundario del Instituto María Inmaculada. Secundario con orientación docente y fuerte impronta en las humanidades fue un detonante en mi decisión. Todos y cada uno de los directores y profesores fueron dadores de huellas y con la mayoría de ellos sigo compartiendo charlas, reflexiones, actividades y proyectos.
¿Qué es la Psicopedagogía?
Es la disciplina en la que confluyen lo psicológico, la subjetividad, los seres humanos en cuanto tales, en su vida psíquica, con lo educacional, actividad específicamente humana, social y cultural.
Implica así una síntesis: los seres humanos, su mundo psíquico individual y grupal, en relación al aprendizaje y a los sistemas y procesos educativos.
La psicopedagogía se ocupa de las características del aprendizaje humano: cómo se aprende, cómo ese aprendizaje varía evolutivamente y está condicionado por varios factores; cómo y por qué se producen las alteraciones del aprendizaje, cómo reconocerlas y tratarlas, qué hacer para prevenirlas y para promover procesos de aprendizaje sanos que tengan sentido para los participantes. Pero no solamente considera estos temas desde el ángulo subjetivo e individual, sino que intenta abarcar la problemática educativa, en la medida en que hace conocer las demandas humanas para que se produzca el aprendizaje, señalando obstáculos y sus condiciones facilitadoras.
¿Dónde estás trabajando actualmente y cuál es tu función?
Actualmente estoy trabajando en el Colegio Nuevo Surco de América, como Directora Pedagógica General, un cargo que ha sido creado recientemente en la institución. Lo pedagógico en un colegio tiene que ver con el corazón que late, con el aire que se respira, con lo que transita en cada espacio. Pensar y hablar de lo pedagógico es pensar y hablar en cada niño, en cada joven, en cada hijo, es ligar vidas que llegan a nuestras vidas y detenerse a pensar y decidir qué tenemos preparado para sus vidas? qué legado estamos dispuestos a dejarles para cuando ya no estén en el colegio. Pensar y hablar de lo pedagógico es reconocer todo lo que hay, lo que cada uno tiene y lo que los nuevos traen, con la animosidad de renovar el patrimonio común. Pensar y hablar de lo pedagógico es pensar en las condiciones que estamos dispuestos a habilitar y las que habilitemos realmente: condiciones que acerquen, que construyan, que sumen, que liguen, que promuevan humanidad. Por lo tanto, esta función que me han encomendado la vivo como un gran desafío y un privilegio también.
La idea también es hacer otras actividades referidas a mi profesión en América y en la zona (y hasta donde pueda llegar), así como también continuar con mi actividad como capacitadora psicopedagógica en los lugares donde sea requerida.
Estuviste muchos años en Villegas, ¿cómo fue tu paso por nuestra ciudad? ¿Qué aprendizajes cosechaste por estos pagos?
Estuve durante mis estudios de nivel secundario y al regresar de la Facultad, empecé a trabajar en el Instituto María Inmaculada donde estuve doce años (del 2000 al 2012) como profesora del Nivel Secundario; y profesora al principio, y Directora luego, del Nivel Superior. El paso por Villegas ha sido tanto en mi biografía personal como profesional muy movilizador, hasta revolucionario podría decir? ha sido de un aprendizaje permanente, una plataforma de despegue para este presente y para lo que vendrá.
Aprendí con docentes, con otros directivos, con padres con quienes compartí espacios de reflexión, de escucha, de debate. Y muy especialmente el equipo del Nivel Superior del IMI con quienes construimos una auténtica comunidad de aprendizaje, nos propusimos formar profesionales (maestros y enfermeros) de humanidad y esa humanidad nos atravesó a cada uno. Ellos hicieron que intente y quiera ser una mejor persona, una mejor profesional. Donde estoy, están conmigo: sus enseñanzas, sus talentos, sus lecturas, sus escrituras, ideas, ocurrencias, todo está en mi equipaje y los llevo donde voy? han sido y seguirán siendo grandes Maestros de humanidad en mi vida.
Aprendí con mis alumnos, para ellos y de ellos. Ellos interpelaron mis palabras en términos de respuesta y me devolvieron preguntas de esas que te animan a seguir, a buscar y a crecer. Ellos han sido, son y serán también siempre grandes maestros, dejaron huella, ¡una hermosa huella!
Ahora es momento de seguir abriendo caminos, creando y acompañando lo que viene, en forma de Surcos (Risas) o en cualquier otra forma:), pero siempre desde el amor y con amor. He comprendido que mi misión es la de ser sembradora y así voy transitando, intentando sembrar, intentando dejar huella fecunda para los que vendrán, para lo nuevo.
Nos podés contar ¿en qué consiste la orientación vocacional? Muchos adolescentes cuentan que cuando llegan al último año de la escuela secundaria están muy confundidos. ¿Se puede elegir a esa edad una decisión tan importante?
La Orientación Vocacional es un proceso que implica un tiempo y espacio. Un espacio que habilita condiciones de pensamiento, sostén, una mirada, una palabra y una escucha atentas que albergan, descubren y respetan lógicas y temporalidades diferentes. Es una construcción y una búsqueda que implica encuentro (encuentro con uno mismo y con la realidad social) y es tan importante la búsqueda (con todo el conocimiento que arroja) como el encuentro al que se llega.
Y en este espacio de trabajo se emplean técnicas diferentes, que son eso, instrumentos y medios para pensar, producir, pensarse y producirse. Se utilizan técnicas estandarizadas, pero también uno como Orientador va diseñando herramientas o adaptando, en función de lo que se quiere explorar y abordar. Por ejemplo, recorrer los avisos clasificados de los diarios y ver qué se le pide a un trabajador. Y podemos encontrar que en muchos de ellos se busca una persona capaz de trabajar en equipo, con capacidad de adaptación a los cambios, al aprendizaje permanente, espíritu crítico y emprendedor.
Todas estas nociones debemos ir trabajándolas con ellos, habilitando un espacio para pensar acerca de estas habilidades y de ellos en relación a las mismas. Porque no les podemos garantizar o asegurar que dentro de cinco años las carreras que hoy son demandadas van a seguir siéndolo de igual manera, porque los alumnos que están cursando el último año de la escuela secundaria se van a insertar laboralmente en trabajos que hoy no existen, pero de lo que no podemos dudar es del desarrollo de determinadas capacidades y habilidades necesarias para la vida: la capacidad de asombro, la curiosidad permanente, el pensamiento crítico, la posibilidad de establecer relaciones en forma sintética, la creatividad, que sepan que el aprendizaje es para toda la vida
En la exploración de una vocación se ligan las preguntas (¿qué carrera quiero seguir, a qué profesión deseo dedicarme?) con otras (¿qué clase de persona quiero ser, con qué valores, orientado a qué propósito?).
Sabiendo que es muy difícil generalizar ¿qué se les puede aconsejar a los jóvenes que no están convencidos sobre qué carrera seguir? ¿Qué factores se pueden tener en cuenta para reflexionar y empezar a decidir?
En primer lugar que puedan hablar de esta situación, de los que les pasa, sus deseos, sus temores, sus proyectos. Hablarlo con sus profesores, con sus compañeros con sus padres, participar de charlas informativas, talleres vocacionales. Porque es un proceso y como tal lleva tiempo y requiere de cierta madurez cognitiva y emocional que no se da en todos los jóvenes al mismo tiempo por más que tengan la misma edad.
Múltiples son estos factores, están los personales como interrogantes: ¿qué quiero para mi vida? (donde la carrera es una parte de esta respuesta pero no la agota), cuáles son mis intereses, mis actitudes y aptitudes, mis habilidades, la madurez cognitiva y emocional necesarias para los estudios superiores. Otro factor lo constituyen los mandatos familiares, que se traducen en expectativas (a veces más o menos explícitas) y que operan fuertemente al empezar a decidir y en la posibilidad de hacerlo. Otro factor es la trayectoria escolar de los alumnos, que si bien el estudio superior puede significar encuentros más cercanos con la propia vocación lo que puede implicar mejores rendimientos, es un factor para considerar. Los factores económicos: tanto una carrera presencial en la misma localidad como en otra y una carrera a distancia implican un gasto, que si bien es inversión, es un gasto que aumenta el presupuesto familiar. Otro factor es la realidad ocupacional y social, que año a año refleja las profesiones más demandadas capaz de capitalizarse en mayores condiciones de empleabilidad. Otro factor lo constituyen las ofertas académicas locales, año a año la ciudad de Gral. Villegas ha ido incrementando las posibilidades de estudiar carreras tanto en forma presencial como a distancia que es necesario que los jóvenes conozcan.
Muchos docentes eligen su profesión por experiencias (positivas o negativas) que marcaron su vida escolar. En tu caso, ¿cómo fueron tus años en el colegio, a qué escuela fuiste y cómo recordás el paso por allí? ¿Hubo algún docente o profesional que te haya inspirado para tus futuras elecciones?
Me pongo a pensar y puedo reconocer muchas y variadas huellas? estudié en el Jardín de Infantes 908 y en la escuela Primaria N°6 de Banderaló, en ambos tengo presente a los directivos, los docentes, auxiliares, todos recibiendo, cuidando y reconociendo. El Jardín y la escuela aparecen como los universos más enriquecidos a los que se ingresaba y se salía transformado, y al ser las únicas ofertas educativas de la comunidad, ese ingreso y estadía han sido y lo siendo muy significativos y especiales. Y la escuela Secundaria fue en el Instituto María Inmaculada. Se organizó una comisión de padres (entre ellos los míos) y concretaron la compra de un ómnibus que diariamente transportaba los estudiantes del pueblos a los distintos colegios secundarios de Villegas. Mi hermano estudió en el ex colegio nacional y mientras tanto todavía no existía este transporte y se quedó en el ?internado? del mismo colegio. Mi hermana ya gozó de las posibilidades del viaje diario, como lo hice yo. Empezar el Secundario en Villegas ya fue revolucionario en mi biografía y hacerlo en el Instituto María Inmaculada, significó el encuentro más cercano con mi vocación. Mucho crecimiento y aprendizaje, desde los directivos, profesores, compañeras, todo estaba cuidadosamente pensado para que el ingreso y el tránsito por este universo sea de despegue y así lo fue. Cuando leí por primera vez como estudiante de la Universidad "El Primer Hombre" de Albert Camus, pude ponerle nombre a lo que fue mi trayectoria escolar y el rol de los profesores: "nos habían hecho sentir que existíamos y que éramos objeto de la más alta consideración: se nos juzgaba dignos de descubrir el mundo". ¿Qué personas? Todas dejaron huellas y contribuyeron para ser lo que soy y que desee seguir buscando nuevos desafíos, ellos han sembrado en mí esta búsqueda permanente de nuevas utopías/horizontes. Ana Lamas como profesora y directora de estudios y Adriana Larramendi como profesora en mi último año en el secundario y en las decisiones posteriores ya siendo profesional, fueronamorosamente decisivas, ellas fueron la diferencia.
A lo largo de la historia existieron muchas corrientes educativas, teorías y ciencias que aportaron al conocimiento de todo lo que sucedía en las aulas y en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Uno de los aportes que más resuenan actualmente es el de las neurociencias, ¿en qué consisten? ¿Cuáles son las principales premisas de esta visión?
Las neurociencias comprenden varias disciplinas científicas que estudian el sistema nervioso. Muy favorecidas en los últimos años por grandes avances tecnológicos que permiten estudiar al cerebro y observarlo en vivo mientras está en acción. Mi formación reciente radica en al neurosicoeducación, es decir, en las neurociencias aplicadas a la educación, a los espacios de aprendizaje y de enseñanza. Los objetivos fundamentales de la neurosicoeducación son: Comprenderse y conocerse a sí mismos; comprender y conocer a los otros; resolver y prevenir situaciones conflictivas; definir y alcanzar los propios objetivos; actuar con altos valores humanos; prevenir el daño emocional y cognitivo de las generaciones futuras; conocer cómo aprende el cerebro y promover contextos enriquecidos de aprendizaje; conocer los seres que habitan hoy las aulas (diferentes a los de hace tiempo) y promover aulas compatibles con el funcionamiento del cerebro; reconocer estilos de aprendizaje diferentes y revisar estilos de enseñanza en pos de tensiones creativas y experiencias facilitadoras.
Algunas premisas pensando en la aplicación a la educación:
- El cerebro es social: establece conexiones y encuentra pautas; le encanta explorar el mundo y encontrar algún sentido
- El cerebro no actúa correctamente bajo un estrés excesivo pero sí bajo cierta tensión y motivación
- El cerebro recordará siempre a un adulto/maestro/líder que haya creado un lazo emocional positivo mientras entrega un contenido, una enseñanza, un ejemplo, con calidad
- Al cerebro le hace mucho bien neuropsicoeducarse para reflexionar sobre los sentimientos agradables y desagradables que produce el aprendizaje, para comprender lo que le facilita y lo que le obstaculiza aprender para aprender, para comprender la propia conducta y la de quienes lo rodean, para ser cada vez mejores personas y miembros activos de sociedades más felices y con una mejor convivencia.
- Las neuronas se conectan cuando nos enfrentamos a desafíos, cuando conversamos con diferentes personas, cuando vivimos nuevas experiencias, cuando leemos, intercambiamos ideas, cuando innovamos.
- Si las neuronas empiezan a conectarse suavemente, aumentan su conexión, es mayor el intercambio de neurotransmisores y mayor también es la conexión, se fortalece la red neuronal (potenciación a largo plazo) y el cerebro va ganando en neuroplasticidad.
- Los estados emocionales tienen un compromiso corporal (y muchas enfermedades con asiento en el cuerpo tienen sus raíces en las emociones que no podemos gestionar)
Las aulas ya no son espacios aislados del mundo exterior y los docentes ya no son los únicos agentes de socialización en ellas. ¿Cómo se convive y cómo aprovechar la llegada de las tecnologías al aula?
En las aulas hoy la fuerza de gravitación no es exclusiva del docente, ni está en el pizarrón o en el escritorio del docente con exclusividad, hoy debemos generar múltiples centros de gravitación y trabajar con la hipertextualidad: la voz del alumno, diferentes portadores, la PC, las múltiples ventanas que se abren en cada clase, conducen hacia una organización espacial diferente. Y la asimetría existente tradicionalmente entre los docentes y los alumnos está siendo interpelada por los saberes y habilidades tecnológicas de los alumnos que son nativos digitales, por lo tanto, es necesario redefinirla, sin desdibujar el rol de quien enseña pero pensar la figura del enseñante como facilitador y mediador, dispuesto a aprender también con sus alumnos, de sus alumnos, para sus alumnos. Esto ya lo posiciona al docente de manera diferente y dispuesto a comprender las tecnologías como medios y facilitadores de la enseñanza y del aprendizaje, no como un fin en sí mismas, siempre como medios. Por supuesto que se las puede integrar para enriquecer la enseñanza: con la intencionalidad de autorizar a cada uno de los participantes del acto de aprender, con un uso responsable, humanizando la tarea, capacitándose permanentemente, insisto, como un instrumento, un vehículo y un medio facilitador sin vaciar de contenidos ni descuidar que el propósito fundamental de la enseñanza ha de ser que los alumnos comprendan porque la comprensión habilita el aprendizaje autónomo y esto promueve ciudadanía activa. Insisto, el ingreso de las tecnologías no desdibuja el rol de quien enseña, ni descuida el saber disciplinar del docente (que nada lo reemplaza), ni ha de ser un obstáculo en la relación pedagógica, porque si esto sucediera, se pierde el valor educativo de las mismas. La clave sigue siendo, el valor y la centralidad de la enseñanza, el rol del docente como facilitador y los alumnos como productores de nuevos conocimientos. Claudia Romero, con larga experiencia trabajando con escuelas públicas y privadas, se dedica a estudiar los procesos de mejora escolar y el diseño de buenas escuelas secundarias, afirma: ?Hay docentes que tienen miedo de ser reemplazados por la tecnología. Yo digo: si tiene ese temor, pues debe ser reemplazado por la tecnología?. Lo comparto.
¿Hay alguna frase que refleja lo que significa para vos educar o el rol de los educadores?
Si, expresiones mías que han escuchado más de una vez (Risas) pero representan lo que creo firmemente: Educar es dejar huella, es apostar por las independencias cotidianas, las de todos, las de cada uno. Educar es habilitar las mejores condiciones para que cada ser pueda hacer de sí su mejor versión. Educar no es fabricar ni maltratar. Educar es tocar mentes y abrazar almas. Educar es comprender que cada año se ligan a nuestras vidas nuevas vidas que nos enriquecerán para siempre. Educar es ocasión, linda ocasión. Educar es promover más y mejor humanidad. Educar es trascender. Educar es, definitivamente, amar. Y los educadores son dadores de huella, seres que caminan permanentemente en pos de la propia emancipación para poder emancipar a sus propios alumnos, son habilitantes de esas condiciones, son reconocedores de talentos y acompañantes de experiencias de cambio y de aventuras revolucionarias.
Una de las enseñanzas más firmes y amorosas de mis padres ha sido el de la GRATITUD, y hoy el agradecimiento surge desde mi ser más profundo hacia la realidad más soñada que día a día visualizo más cerca y tan amada. Somos muy privilegiados quienes podemos amar lo que hacemos y hacer lo que amamos, y nos preparamos para ello. Gracias a todos, gracias por este espacio, por poder dar testimonio como tantos otros que leemos día a día. ¡Me inspira para seguir! (Gentileza Diario Actualidad)





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