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domingo, 18 de noviembre de 2012

NOTA DEL AUTOR-CAMPO
Martín Ochoteco es «Domador de caballos» también en la tele a través de NAT GEO

 
La señal de cable National Geographic puso en el aire el primer episodio de una original serie protagonizada por el adiestrador de equinos oriundo de nuestra ciudad. La serie se desarrolla junto a la productora asociada Rudamacho con otro ameghinense, Elías Sáez, a la cabeza.
La semana pasada la señal de cable National Geographic puso en el aire el primer episodio de la original serie “Domador de Caballos” protagonizada por Martín Ochoteco y desarrollada junto a la productora asociada Rudamacho con otro ameghinense, Elías Sáez, a la cabeza.
Se trata de una producción grabada en Argentina, Colombia y México compuesta de cuatro capítulos de una hora que comenzó este domingo a las 22.00 horas y que siguen a Martín mientras pone en práctica un estilo de adiestramiento de caballos que da por tierra con la violencia: la doma pacífica.
A raíz de este estreno, importantes medios de nuestro país y del mundo se han hecho eco del trabajo realizado por estos dos jóvenes oriundos de nuestra ciudad.
En una entrevista que Elías Sáez otorga a Señal Internacional, comenta el surgimiento de la idea de realizar esta producción: «Martín y yo somos oriundos de la ciudad Ameghino, un pueblito al noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Tuve una vida rural donde en mi infancia iba a caballo a la escuela. Al venir a la ciudad, y como mi profesión no tiene que ver con la vida en el campo, esa parte me había quedado pendiente. Un día me encontré con Martín y me contó su profesión que me pareció alucinante.
Agarré una cámara y me fui a verlo. Estuve unos días conviviendo con él, viendo lo que hacía, viviendo con los caballos, empapándome un poco y haciendo una investigación.
Con las imágenes que capté, armé un tráiler y le propusimos la idea a National Geographic que apenas lo vio, le gustó. Hicimos un producto híper entretenido y creo que es el primer programa que se hace de caballos, lo cual es entendible, ya que la producción televisiva es muy complicada porque el riesgo es grande y lo impredecible está latente».

Sinopsis
Martín Ochoteco es un domador de caballos no tradicional con un método pacífico. En cada episodio lo acompañaremos en un nuevo y fascinante destino latinoamericano en donde cada desafío pondrá a prueba su habilidad y destreza como domador.
Los caballos son animales de presa con comportamientos puramente instintivos. Los complejos mecanismos de defensa que desarrollaron para huir de sus depredadores naturales se revelan en una gran sumatoria de mensajes que Martín debe interpretar para resolver cada caso, enfrentando todos los obstáculos a su paso.
En la mayor parte de los casos el hombre, al domesticar al caballo, modifica el hábitat natural, afectando su comportamiento. Muchas personas desconocen las necesidades del animal, cometiendo errores en el manejo que lo terminan perjudicando. Martín debe trabajar con todas las personas involucradas en cada caso, analizando los elementos que lo rodean para mejorar las condiciones de vida de los caballos.
La doma de Martín ofrece una alternativa no violenta basada en el respeto, la comunicación y el profundo conocimiento de la naturaleza, para lograr un vínculo de confianza incomparable, con calma, paciencia y afecto.

Cada caballo es único, por lo que no existe una doma única sino que deberá adaptar sus conocimientos y métodos al entrenamiento de cada caballo para lograr los mejores resultados.
El primer episodio se emitirá: Domingo 11 de noviembre 10:00 pm. Lunes 12 de noviembre 4:30 am. Jueves 15 de noviembre 8:10 pm. Viernes 16 de noviembre 1:35 am. Sábado 17 de noviembre 4:30 pm. Bakstage del programa en Revista “Miradas” – (Programación de Cablevisión) de noviembre/2012. Martín Ochoteco no es una figura mediática ni la nueva cara del perfume francés que desprenderán la mitad más uno de los hombres del país este verano, sino todo lo contrario. Él doma caballos. Sin embargo, sus principios no tradicionales para lograrlo son reconocidos y apreciados a nivel mundial.
Él como domador emplea el método baquiano y amansa como lo hacían en los pueblos originarios, quienes, al no tener contacto con los españoles ni con los gauchos, empezaron a domesticar a los caballos según su instinto, sin recurrir a la violencia en ningún momento, sino generando un vínculo pacífico con ellos. “Cada caballo es único, por lo tanto, no existe una fórmula en particular para la doma”, explica el hombre capaz de adiestrar a estos animales en el lapso de entre una semana y diez días, dependiendo del temperamento de cada uno de ellos y de las comodidades del espacio físico en el que trabaje.
Según Ochoteco, lo fundamental es que cuando no se hace uso de la fuerza ni de la agresión, el potro siente una confianza total y, al no estar alerta ante un posible castigo, capta todo lo que se le enseña, es decir, que el caballo al relajarse tiene una mayor sensibilidad para todo.
¿Cuáles son los pasos para lograrlo? Dice que antes de subirse al potro busca que lo identifique como amigo y que lo reconozca con la vista, por la voz y por el olor para mostrarle movimientos que hará una vez que lo monte en pelo en la primera o segunda agarrada. A medida que lo va amansando, le enseña de manera progresiva a frenar, doblar, recular y girar sobre la pata. En principio lo hace dentro del corral y después lo repite, y le da mayor importancia a la prolijidad que a la velocidad de los movimientos.
“Desde hace años, los hombres domestican al caballo modificando el hábitat natural, afectando su comportamiento y cometiendo errores que terminan asustándolos o creándoles traumas”, comenta para explicar por qué además de trabajar con el caballo, resulta esencial hacerlo con todas las personas involucradas en el caso, ya que hay que analizar los elementos que rodean al animal para mejorar sus condiciones de vida y lograr recuperarlo.
La mayoría de los caballos con traumas han sido expuestos a mucha violencia, la cual no sólo entorpece la doma y la mejoría.
“En estos años lo que más hice fue sacarles mañas a los caballos, como patear o que no se dejen montar, teniéndoles consideración y dándoles tiempo. Pero esas mañas no fueron inventadas por ellos, sino que alguien se las generó”, reafirma Ochoteco y garantiza: “Sé que cada vez que logro amansar un potro salvaje, algo en el universo está cambiando”.
Cada episodio es un viaje a un destino latinoamericano. En el primero, Ochoteco resolvió un caso complejo, el de Pistolas, un caballo muy costoso que dos hermanos mexicanos habían comprado para charrería, pero que resultó ser indomable, al punto que no se dejaba tocar la cara. En el segundo, Sandra es una joven que practica equinoterapia para rehabilitación con su yegua, pero resulta difícil montarla, cosa que complica el tratamiento. En el tercer caso, Florencia quiere que su caballo Atila, bueno para el salto pero muy temeroso, pueda competir. Por último, en el episodio cuatro, hará que Zeus, un caballo desobediente, comience a acatar órdenes para poder participar del acto principal en el Centro de Caballos de Alta Escuela Domeq, un ballet ecuestre de la talla del de Lipizzaners en Austria o de los Caballos Andaluces en España. (Gentileza El Ojo Ameghinense)



 
 

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