Este lunes en la sede píquense de la UOCRA se esperaba un llamado del asesor legal de la empresa constructora Weiss, con una contrapropuesta a la oferta rechazada la semana última.
Finalmente el llamado nunca llegó, e inclusive el abogado nunca atendió a los representantes de los trabajadores cuando intentaron comunicarse con él. De esta forma el quite de colaboración continuará.
La finalización del Salón de Usos Múltiples de Larroudé deberá esperar al menos unos días más, ya que la situación que debía comenzar a destrabar el conflicto no se dio. Más de allá de cualquier compromiso asumido, ayer la empresa encargada de la obra hizo silencio y puso incertidumbre a al fututo de la millonaria obra que se encuentra detenida en su etapa final.
La medida comenzó el miércoles 26 de setiembre y los avances en cuanto a las negociaciones han sido escuetos y recién se han dado en las últimas semanas.
Los reclamos de los trabajadores debieron ser acompañados por un cese de actividades para que se los oyera, y además una participación gremial que derivó inclusive en denuncias cruzadas entre sindicalistas y políticos.
En la única reunión oficial entre las partes hasta ahora, en la oficina de Relaciones Laborales el representante de la constructora de Mario Alberto Weiss, el doctor Nicoletti, recibió formalmente los reclamos el miércoles 3. De dicho conclave participaron además el titular de dicha área, David Diván, y el Secretario de Finanzas de UOCRA General Pico, Gabriel Romero.
Días después la empresa solicitó permiso y se la habilitó para comenzar a solucionar las cuestiones de higiene y seguridad del lugar. Más allá de esta demostración de voluntad, los representantes de los trabajadores siempre fueron claros en que, para retomar las actividades, el primer ítem a solucionar era el pago de las dos quincenas de septiembre a los seis trabajadores que aún se desempeñan en el SUM, y del dinero adeudado, en diferentes conceptos, a otro quince albañiles que trabajaron a lo largo de la construcción.
Posteriormente los delegados de UOCRA tomaron conocimiento que representantes de la firma constructora se acercaron a Bernardo Larroudé e intentar arreglar “por detrás” con los trabajadores. Inclusive, según indicaron fuentes del gremio, intentaron “extorsionar” a los empleados con la advertencia que sino arreglaban los despedirían.
La oferta, muy inferior al total adeudado, fue luego ratificada en una reunión informal mantenida el último jueves entre gremialistas y empleadores. En ese encuentro la empresa propuso pagar el 50 % de lo que debe, algo rechazado de inmediato por los dirigentes gremiales, quienes informaron que los trabajadores no arreglarán por menos del 70 %.
Tras esto, el doctor Nicoletti se comprometió a que en el día de ayer se comunicaría vía telefónica con una contraoferta para destrabar la situación conflictiva. Finalmente, las horas pasaron y en las oficinas céntricas del gremio de los constructores no se recibió llamado alguno, e inclusive cuando Gabriel Romero intentó hablar con el abogado, este nunca atendió su teléfono.
Más allá de cualquier arreglo al cual las partes puedan arribar, el titular de Relaciones Laborales David Diván le aclaró a El Diario que no se reconocerá desde su dependencia ningún acuerdo al cual lleguen por fuera de la misma. Aunque se solucionen las diferencias económicas y se efectivice el pago, los trabajadores serán citados a prestar su conformidad en la oficina del representante del Ministerio de Trabajo. (Gentileza El Diario).
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